domingo, 9 de septiembre de 2007

TU CASA DE DOS JARDINES


Hubo en otro tiempo aquí
un manicomio (con locos y todo)
por suerte se fueron
(dije en ese momento, claro)
porque no sabía lo que luego se instalaría allí:
tu atrapante casa de dos jardines.
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Siempre aparece ella.
Como me ha marcado esa mujer.
Pensar que la creía infinita.
Y sin embargo me festejó el cumpleaños
dándole un tremendo portazo a la puerta a eso de las 8 de la mañana.
Desde que yo ya no estoy a su lado
cierra la puerta despacito,
sin hacer ruido alguno.
Según me contaron, se va siempre a las 7.45 y en puntitas de pie.
Ya no me festeja más el cumpleaños.
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Ya no te merecés más
esos miércoles con cena de pescado
y vino blanco,
ni los paseos en las tardecitas
de domingo,
ni mucho menos que te esté esperando a la salida de la escuela 24.
Ya no te merecés más
que te lea a Machado, Benedetti o Girondo,
ni que te haga el amor
con música de Gershwin,
ni que veamos abrazados
películas francesas.
Ya no te merecés más nada
desde aquella mañana
en que me envenenaste el aire
con el perfume de tu soberbia.
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a veces pienso que al pescadito de los miércoles le tendría que haber puesto, junto con los condimentos, una pizca de aspic.

1 comentario:

POR SIEMPRE POESIA dijo...

Anibal entre gracioso y trágico este poema.
Me gustó mucho!!!
Mirta Urdiroz