domingo, 9 de septiembre de 2007

LA PRINCESITA


La princesita no debe dormir con los zoquetitos puestos.
Sus piececitos tienen que respirar.
entonces papá, que no es rey, se los quita suavemente para no despertarla.
Pero pronto la princesita queda acéfala de papá, que no era rey, y ya no tiene quien le cuide los piececitos.
Se pasa las tardes llenas de autismo sentada en su banquito al fondo del pasillo del conventillo de la calle Tequendama mirando hacia la piesa de adelante donde su hermano Ernesto toca "Lágrimas y sonrisas" con el acordeón que era de papá, que no era rey, mientras se muerde la lengua.

2 comentarios:

Gustavo Tisocco dijo...

Triste y con ternura que atrapa...
Muy bello!

Un abrazo Gus.

POR SIEMPRE POESIA dijo...

Amigo: es tal la ternura que acompa�a a este poema, que conmueve hasta las l�grimas
Beso

Mirta Urdiroz