en la soporífera tarde de marzo
llueve las inundancias de siempre
lenguetea cordones y baldosas
se entretiene con mocasines baratos e imprevistos
llueve y navega inmiscuyéndose en cada junta, en cada agujero secreto
llora como un tango penas que no valen ni una sola pena
llena de miedo zócalos y escalinatas
apaga luces de semáforos indicadores de la nada
se derrama entre cabellos de muchachas impudentes
vuela paraguas de señores rectos, de trajes y corbatas
desarma peinados de señoras ofuscadas
juguetea con niños desprovistos de temores
llueve buenos aires y luego se detiene
para que todo siga igual